Los restos del Castillo de San Lorenzo en Portobelo y la ampliación del Canal de Panamá.

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Los restos del Castillo de San Lorenzo, junto con los de Portobelo, sirvieron en su día como posiciones defensivas fundamentales para San Lorenzo, en la desembocadura del río Chagres, y para las dos fortificaciones de Portobelo. Estos sitios, ahora reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cuentan en silencio, pero con gran viveza, la prosperidad pasada de Panamá. Construidos para facilitar la transferencia segura de oro y plata entre ciudades y a través de los océanos, resistieron innumerables asaltos y fueron testigos de los brutales conflictos caribeños librados por bucaneros, mercenarios, corsarios y piratas contra los españoles. Cabe destacar la valentía y las contribuciones de los esclavos y cimarrones, que lucharon por la libertad de sus compatriotas e influyeron significativamente en el futuro y la cultura de numerosas generaciones.

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